La Amazonía es la selva tropical más grande del mundo, con la mayor biodiversidad del planeta representa el 40% de América Latina y el Caribe. La extensión de bosques que en ella se encuentran, representa el 86% de la biomasa del planeta, y alberga a más del 50% de las especies de flora, fauna y el 20% del agua de la tierra.
La Amazonía es, sin duda, un lugar vital para un mundo que tiene un largo camino por recorrer para reconocer las desigualdades y diversidades que han sido impuestas desde las lógicas de despojo de gobiernos, estados, y la voracidad del mercado. Los bosques históricamente han sido cuidados por los pueblos indígenas en una amplia mayoría y han sido foco de permanentes ataques ambiciosos y destructivos contra su biodiversidad y las personas que los habitan.
Entre agosto de 2019 y abril de 2020, la deforestación de la Amazonía fue un 94% mayor que en los 12 meses anteriores. En este intervalo, el área deforestada alcanzó los 5.666 km². Si la Amazonia llegó a mantenerse con vida dentro de este sistema de despojo capitalista ha sido porque las mujeres y comunidades enteras han dado su vida con tal de protegerla. Y esta historia se repite, se repite en las “amazonias” del planeta entero!
En cuanto el mundo reduce la velocidad y se cierra en distanciamiento social, los destructores del ambiente siguen actuando. El amparo de estas prácticas por muchos de los gobiernos, aunado a la criminalización de los pueblos originarios, quilombolas y defensoras de la tierra hacen que el territorio amazónico, patrimonio de la humanidad, en este “nuevo normal” agonice en medio del racismo, el despojo y la tierra arrasada.
Esta pandemia ha revelado otras pandemias, como el racismo, el fascismo, el machismo. Pero la pandemia nos ha traído entonces también muchas reflexiones, una pedagogía del virus, que nosotras apostamos a que sea el inicio de una era que finalmente ponga a la vida del planeta en el centro de sus apuestas. Por eso, en este momento, resaltamos la pauta amazónica, porque estamos convencidas de que la solución para todo lo dicho está en Amazonizar el mundo.
Y es por todo esto que se hoy se lanza la Casa Ninja Amazonía , un centro de acciones digitales desde donde se impulsarán campañas, proyectos, articulaciones en defensa de la Amazonía y, en ese marco, las ELLAs tenemos mucho que decir y aportar, por lo que no solo formamos parte orgánica de esta casa, sino que hemos decidido comenzar este nuevo ciclo de ediciones especiales de ELLA en cuarentena con la temática medioambiental.
En esta oportunidad, comparten sus testimonios compañeres de Brasil, Venezuela, Argentina, Guatemala, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Uruguay. Así, en cuarentena combativa, seguimos trazando ideas y reflexiones desde nuestros cuerpos territorio.
Porque el futuro del planeta está en nuestras manos, desde ELLA asumimos nuestra voz de feministas comunitarias y ecofeministas en esta emergencia! Queremos propiciar esta construcción de miradas colectivas partiendo de las reflexiones que nos provoca la Amazonía para pensarnos el mundo.
En este momento necesitamos leer la pauta medioambiental desde una mirada interseccional y colectiva: Género, clase , geopolítica, ecología y la racialización son elementos fundamentales desde el punto de vista ecofeminista para develar las conexiones entre desigualdad , sexismo, racismo, clasismo, división Norte-Sur y deterioro medioambiental.
Porque el presente nos asfixia ¡No podemos respirar! En medio de un sistema que destruya todo lo que toca, un capitalismo colonial, que ha decretado racismo en contra de los cuerpos feminizados y los pueblos. Por Berta, por Marielle, por las 56 niñas, por Betty, por Macarena, por todas las mujeres que han defendido la red de la vida y que han sido motores y ejemplos en este camino. Las ELLAS nos fusionamos entonces en esta floresta digital, activista y feminista con mirada indígena, negra y campesina.
Aquí lucha es por la vida!